Para que la joyería esté a la moda, ésta deberá ser sostenible. Y es que, el sector de la moda es la segunda industria más contaminante del mundo representando un 10 % de las emisiones de carbono globales y un 20 % del desperdicio total de agua, según datos de la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
La sostenibilidad se ha colado como uno de los aspectos más importantes en la toma de decisiones conscientes por parte de los clientes. Ahora el consumidor ya no se fija únicamente en el precio del producto o en su diseño, sino que mira las etiquetas para cerciorarse de que lo que están adquiriendo cumple con sus requisitos de sostenibilidad.
Frente a esta situación, las marcas del sector han iniciado un proceso de cambio y transformación hacia modelos de producción más sostenibles. Dentro del amplio abanico de productos que representa la industria de la moda, la joyería ha sido y es una de las grandes precursoras de esta transición sostenible.
El primer paso para conseguir un producto más sostenible es trabajar a partir de materiales reciclados. En este sentido, es fundamental que una joya sostenible esté compuesta por plata reciclada y reciclable para favorecer así la economía circular y alargar su vida útil. De hecho, hay marcas que incluso ofrecen la posibilidad de que los clientes devuelvan las piezas que ya no utilizan para poder reciclarlas y darles más usos.
Para incorporar estos procedimientos de reciclaje como parte de los procesos productivos, es esencial trabajar con fábricas que compartan los mismos valores de sostenibilidad que las marcas comercializadoras. Es más, a la hora de elegir los proveedores con los que trabajar, las marcas de joyería sostenible deben también tener presente la distancia entre los centros de trabajo de unos y otros.
En este sentido, cada vez son más las opciones que el cliente tiene a su disposición en cuanto a lo que se considera joyería sostenible. Singularu es una de esas marcas que ha apostado por este compromiso sostenible de fabricar joyas con plata reciclada en un 99,9% y confeccionadas en España por más de 180 proveedores de cercanía. “Y es que las marcas en general y las de joyería en particular ya no podemos rehuir de que la sostenibilidad forme parte de nuestro ADN por una cuestión de compromiso medioambiental pero también social” asegura Cristina Aristoy, CEO y fundadora de Singularu.
El hecho de trabajar con proveedores locales se traduce en una reducción del impacto medioambiental y de la huella de carbono dada la disminución de la distancia para el transporte de las joyas. Pero no solo eso, apoyar a las empresas locales significa fomentar la prosperidad económica y la creación de empleo. Porque cuando se habla de sostenibilidad, cualquier acción es importante si se trata de mejorar nuestro entorno.
FUENTE: 20 MINUTOS