El milagro de volver a escuchar gracias a la tecnología

La gran mayoría de la sociedad desconoce qué es un implante coclear. De ahí la necesidad de darle visibilidad al testimonio del colegiado José Manuel Gándara y su función como secretario en la Asociación de Implantados Cocleares de la Comunitat Valenciana. Él tiene 57 años y hace nueve que lleva un implante.

Gándara explica que cuando era pequeño ya sentía que no escuchaba bien del todo “en el momento de tomar la comunión, yo nunca oía al cura en el confesionario. Tenía que esforzarme mucho”, nos cuenta de forma jocosa. “Me fui quedando sordo de forma progresiva pero no fue hasta los 15 años cuando un profesor se dio cuenta de que, a pesar de ser un niño aplicado y que atendía, siempre suspendía”, asegura el colegiado que “fue él quien alertó a mi madre y cuando llegamos al Hospital de Sagunto, el doctor me dijo, eres sordo profundo y el shock fue terrible” nos explica.

El implante coclear es un dispositivo electrónico que estimula el nervio auditivo y hace que personas con hipoacusia vuelvan a oír. Su primer contacto con la AICCV fue cuando tuvo que tomar la decisión de implantarse o no, que resolvió asistiendo a un acto en el que se daba a conocer qué es un implante coclear, el proceso quirúrgico y la posterior adaptación.

En ese momento, José Manuel nos dice que “yo tenía claro que quería operarme para seguir trabajando. No tenía miedo a la operación, lo difícil era sobrellevar la ansiedad que te provoca no saber cómo te vas a adaptar a la vida después del implante”. Pese a las dificultades que se encontró en el camino, suexperiencia profesional es brillante ya que como Ingeniero Técnico de proyectos empezó a trabajar en una oficina técnica por cuenta ajena hasta que tuvo la suya propia. Posteriormente opositó como Profesor de Secundaria de Sistemas de Control Automático en 2002.

Una de sus funciones en la Asociación es la de asesorar acerca de las tecnologías aplicadas en el implante coclear porque la mayoría de las personas no conocen lo que es un decibelio, un bucle magnético, transpondedor, etc… para ellos es de gran ayuda porque la adaptación es complicada. También desde la Asociación reclaman que la Seguridad Social cubra el mantenimiento de estos dispositivos, según Gándara “ahora corre de nuestra cuenta y cada mes, entre cables y pilas son unos 200€ fijos”,

Lo que más le satisface como voluntario es contar su experiencia a otras personas que como él están trasplantados y necesitan apoyo y oír la experiencia personal de alguien que estuvo en su misma situación “te sientes integrado porque todos tienen el mismo problema que tu”, asegura.

Este año, la Falla Tres Forques-Conca de Valencia tuvo un detalle con la asociación e hizo que el ninot principal de su falla llevara un implante coclear.

Con iniciativas como esta, la labor de la Asociación crece y se hace más visible. ¡Colabora con ellos!